jueves, 24 de junio de 2010

TRIATLONISTA POR AMOR

Orlando Quinche Moreno tiene por qué estar feliz. A sus ya casi 45 años es considerado por sus amigos del municipio de Sopó, ubicado a 38 kilómetros al nororiente de Bogotá, como el hombre más rápido de esta comarca. Y no lo es porque se dedique a conducir la ambulancia del Hospital Divino Salvador de este municipio, sino porque a su edad aún continúa cosechando triunfos deportivos, incluso, en nuevas disciplinas.


Siempre se acuerda de haber corrido “de pronto por eso tengo este empleo”, no le gusta quedarse quieto aspecto que también le ha hecho practicar simultáneamente varias disciplinas, incluso esta experiencia le ha enseñado a articular los deportes que ya ha practicado y elevar las capacidades físicas.

Desde siempre ha practicado el atletismo y “he ganado algunas carreras” dice con mucha modestia.

También practicó pesas que le ayudaron a ganar volumen corporal y “a sentirme bien, fortachón, eran los años de la pinta, de verse bien”, apunta.

Luego vino la natación y con ella los entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento donde otra vez, con modestia señala que hizo buenos tiempos.

“A mí lo que me faltó fue tener la técnica indicada para cada deporte, “porque hacía de todo un poquito, pero aún así no me siento mal, por el contrario, estoy bien conmigo mismo”, sostuvo.

Y precisamente motivado por conocer la técnica de los deportes fue que llegó hasta el coliseo municipal, donde estaba ubicada la Unidad Móvil de la Escuela Virtual de Deportes.

Ante la pantalla del computador Orlando no disimuló su asombro por haber encontrado eso que él siempre buscó pero nunca encontró: la técnica deportiva.

“Cuando uno no sabe sin saberlo comete muchos errores, hoy me doy cuenta que muchas de las cosas que se hicieron no correspondían a lo que verdaderamente debieron haberse hecho, pero aún así quiero seguir adelante”, dijo.

“Me he ayudado con los médicos, los quinesiólogos y las dietista del hospital, quiero seguir sintiéndome bien haciendo lo que me gusta hacer, deporte”, manifestó mientras observaba sin parpadear las técnicas del atletismo.

Y con la misma modestia, humildad y pocas palabras con que se acercó a conocer de la Escuela Virtual, sacó de entre una carpeta que le acompañaba una fotografía que sí enseñó orgulloso, “acabo de llegar de obtener dos medallas de plata en la III Copa Panamericana de Triatlón Ciudad Cartagena de Indias”. Dijo.

Como si no bastara también señaló que dos meses atrás (abril) había obtenido otra medalla de plata en triatlón prueba de spring, compuesta por 750 metros de natación, 20 metros en bicicleta y 5 de atletismo; y una medalla más, pero esta vez de bronce en la prueba olímpica compuesta por 1.500 metros de natación, 40 kilómetros en bicicleta y 10 kilómetros de atletismo; todas estas pruebas realizadas en la isla de San Andrés.

“Qué bueno que estos programas vengan a los municipios, que los estudiantes los conozcan”, manifestó mientras escuchaba en su radio de comunicaciones el llamado de la central de urgencias reportando una urgencia.

“Bueno, me voy para mi “Unidad Móvil”, dijo señalando la ambulancia roja y blanca, “hay que exprimir esa Escuela Virtual porque quiero seguir dando palo en esto, ahora con la técnica que nunca tuve”, señaló.

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